U N A P A L A B R A T U Y A
Mateo 7,21-27
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Aquel día, muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?" Yo entonces les declararé: "Nunca os he conocido. Alejaos de mí, malvados."
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca. El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se salieron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se hundió totalmente."
HOY COMENTA EL EVANGELIO DAVID HUERTA (profesor de Infantil)
En el evangelio de hoy, Jesús se muestra como el gran maestro de la fe y de la vida. La lección es sencilla: Hay que vivir conforme a su palabra, conforme a “la voluntad del Padre”. No es suficiente con llenarse la boca de solidaridad, compasión, compromiso u oración. Lo que el Señor nos pide, increpándonos con energía, es que vivamos estos valores. Si los vivimos realmente (construyendo nuestra casa sobre roca) estaremos a salvo de las “inclemencias” de la vida. Jesús nos reconoce como sus discípulos en nuestros actos. Así también nos manifestamos como cristianos en nuestra forma de relacionarnos y ser con los demás. Jesús nos dice hoy: menos palabras y más acción.
1 comentario:
gracias por compartir este post con todos nosotros.
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