LOS 9 EN CAMINO

Los 9 en camino


Muy buenas tardes por la mañana o por la noche.

Lo mejor que has podido hacer hoy es leer estas líneas, te lo aseguro.

Tengo 23 años y hace 8, en 1º de Bachillerato, en el 2003, empecé en el cole el catecumenado con la idea de confirmarme. Todos en el grupo éramos amigos excepto “aquellos” dos catequistas. Éramos muchos, pero todos amigos, muy buenos amigos.

Empezamos a reunirnos los domingos porque los viernes nos venía fatal a todos por motivos varios. La idea de una comunidad cristiana nos sonaba un poco a chino excepto a los catequistas que parecían estar en su salsa. Después de reunirnos íbamos a misa de 8 con Paco Lora. Éramos tan ilusos que creíamos que nos confirmaría Paco Luna.

Lo pasábamos de miedo en aquellas reuniones tan “dinámicas”. Lo pongo entre comillas porque en verdad ninguno nos atrevíamos a dar opinión alguna sobre aquellos temas que se trataban. Nos daba un corte brutal hablar de temas cristianos con dos auténticos desconocidos y sobre todo delante de nuestros amigos. Pero en un par de meses y con mucha paciencia de los catequistas, fuimos entrando en confianza total.

Teníamos tiempo para todo, hablamos del evangelio, de Jesús, de nuestras cosas y del finde entero. Sin darnos cuenta nuestro referente cristiano cambió radicalmente. No sólo nos sentíamos mejores personas, sino que éramos mejores personas, entendíamos mejor el evangelio y lo que Jesús, ese ser que nos parecía tan lejano, nos quería transmitir. Pasamos de la idea de ser un cristiano teórico a un cristiano práctico, y la confirmación paso a un cuarto plano. Ya éramos una comunidad cristiana. Y a mucha honra. Todo ello gracias a los catequistas, al colegio que es marianista y aunque te parezca mentira querido/a amigo/a también gracias a Jesús. Me ha quedado muy bonito, pero es que es una verdad como un templo y lo sabes.

Ahora tengo 23 años y nos seguimos reuniendo todos los domingos. Elegimos un nombre para el grupo, era Nawer, que venía de Catenumenawer. Pero fuimos a unas convivencias inolvidables en El Camino de Santiago en el 2007 y ahí nos cambiamos el nombre a Camino.

Es verdad que no seguimos todos los que empezamos, pero también hemos tenido muchos fichajes de invierno a lo largo de los casi 9 años que llevamos como comunidad, gracias dios ninguno como Kaká. Pero los que se fueron lo echan de menos y nosotros a ellos en la comunidad también. Los catequistas pasaron, hace mucho tiempo, a ser como uno más. Ahora nos ayudamos todos a todos. Somos todos amigos pero sabemos el verdadero motivo de por qué nos reunimos y vamos a convivencias.

Pensaras que somos los típicos raros, pero te equivocas. Estamos en la universidad con todo tipo de notas, salimos de fiesta, todos los chicos jugamos en la liga de antiguos alumnos los viernes y hacemos unos viajes de miedo a ver a los amigos de Erasmus.

Lo que pasa es que no tenemos miedo a reconocer nuestro cristianismo en público ni personalmente, este último es el aspecto más importante.

Me da pena que la sociedad de ahora reprima tanto al cristiano y la gente joven como nosotros, que somos los que más agachamos la cabeza porque queremos “molar” y no ser discriminados. Hay que saber quién es uno mismo. Y tener bien claro esto ¿Piensas en ti o para ti?

Pensar en ti es reflexionar sobre tus cosas e indagar en los más profundo de ti y ver tus cosas buenas, que es fácil, y las malas, que son más difíciles, porque es triste decirlo pero es difícil admitirse uno mismo las cosas malas. Esto quieras que no, nos hace mejores personas.

Y pensar para ti es pensar que te viene bien a ti en cada momento. Y eso no es otra cosa que egoísmo, egocentrismo puro, supervivencia. Y eso no nos enseñó Jesús.

Mucho ánimo en vuestro camino cristiano. La comunidad es un aspecto vital para ello, ya lo verás.

Nos vemos cuando quieras y pásalo bien.



El 9º de Camino. Tito Castells