U N A P A L A B R A T U Y A
Juan 14,21-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él." Le dijo Judas, no el Iscariote: "Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?" Respondió Jesús y le dijo: "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho."
HOY COMENTA EL EVANGELIO MILAGROS SANCHEZ-CIFUENTES (Porfesora de Educación Primaria y miembro del equipo de pastoral)
Guardar los mandamientos…
Vaya… ¿Cuáles? ¿Cómo? ¿Son todos igual de importantes? ¿Cuándo? ¿Y si no puedo?... ¿Y si no sé? ¿Todos? ¿Basta con algunos? …
A veces nos complicamos demasiado –creo yo-.
¡Menos mal que contamos con Jesús y Él nos lo simplifica todo!
No más excusas ni justificaciones. Me parece que tenemos que empezar al revés: Dejémonos habitar por el Padre y por el Hijo, amemos a Jesús y guardemos su Palabra (que no es poco). Si estamos con esta disposición, el Espíritu Santo hará el resto
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