U N A P A L A B R A T U Y A
Marcos 2,18-22.
Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?".
Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.
Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres nuevos!".
HOY COMENTA EL EVANGELIO DAVID ALVAREZ, (Coordinador General de Pastoral)
Esperamos resultados diferentes, pero siempre hacemos lo mismo.
Nuestras estructuras eclesiales, pastorales, colegiales, personales…, con frecuencia se asemejan a los odres viejos de los que Jesús habla en el evangelio. Con frecuencia decimos que la sociedad ha cambiado mucho, que las familias ha cambiado, que los alumnos han cambiado; ellos son el vino nuevo, cuando echamos ese vino nuevo en nuestros odres viejos, la cosa no funciona. Debemos ser capaces de “inventarnos” odres nuevos y más audaces formas de hacer vida el evangelio de Jesús sin miedo. Sin miedo de deshacernos de los viejos odres que son sólo un método de llegar al vino, no son el fin en si mismos. ¡Ojala Jesús hubiese continuado diciendo: “Jamás digáis: Esto siempre se ha hecho así”!
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