U N A P A L A B R A T U Y A
Marcos 3,7-12.
Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.
Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.
Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.
Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!".
Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.
HOY COMENTA EL EVANGELIO NOELIA DE LA RED (Profesora de ESO y Coordinadora del Plan Colegial de Solidadridad)
Me gusta buscar en el evangelio los gestos y las palabras de Jesús y pensar que es algo que ha hecho o ha dicho esta mañana en algún lugar de la vida. Buscar imágenes que me ayuden a entenderle mejor.
Parece que a Jesús le agradaban los lugares sin apreturas, quería ir con sus amigos a la orilla del mar, a alguna playa tranquila en donde poder pasear mientras charlaban, embelesados con el ritmo de las olas y alzando la mirada hacia el horizonte, para no perder de vista la escala del ser humano en medio de la inmensidad del mar, y sentir en ese contexto la cercanía del creador.
Parece que cuando la muchedumbre se enteró,lo siguieron, y la quietud que buscaba se transformó en algo parecido a Benidorm un 16 de agosto al mediodía. Entonces , bastante agobiado debía de encontrarse, pidió una barca , pero las aclamaciones y los vítores seguían…y todavía más enérgico, les ordenó, que no manifestaran ese :
¡Tú eres el Hijo de Dios! ( no sé porqué, si era verdad)
Desde luego queda claro que en ese 20 de enero, a Jesús de Nazaret no le gustaban ni las muchedumbres ni las ostentaciones de poder. Creo intuir cómo se hubiera sentido en algún encuentro de nuestra iglesia actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario