viernes, 29 de abril de 2011

CALENDARIO CHAMINADE 29 DE ABRIL


En el año 2000, se traslada la principal reliquia del P. Chaminade, su cráneo” a la Capilla de la Magdalena, que queda depositado en el altar de la capilla lateral completamente renovado. Se procede también a la solemne bendición de la Casa del P. Chaminade también completamente remodelada.

UNA PALABRA TUYA 29 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 21,1-14


En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos jnto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: "Me voy a pescar." Ellos contestan: "Vamos también nosotros contigo." Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Jesús les dice: "Muchachos, ¿tenéis pescado?" Ellos contestaron: "No." Él les dice: "Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis." La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: "Es el Señor." Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: "Traed de los peces que acabáis de coger." Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: "Vamos, almorzad." Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
HOY COMENTA EL EVANGELIO PILAR BAAMANTE (Coordinadora de nivel de catequesis de infancia)
Después de morir Jesús y haber resucitado, los discípulos estaban desanimados. Iban a pescar sin ganas; era lo único que sabían hacer.

Jesús, les había pedido, antes de morir, que cuidaran de su rebaño, que predicaran su Palabra. Sin embargo, ellos se sentían desamparados, sin ánimos.
Como siempre, Él tenía que aparecer, hacerse presente para que se les removiera el corazón y fueran a todas las gentes que les esperaban para escuchar las buenas obras de Jesús.
Hoy, también necesitamos que resucite en nuestra vida y nos acompañe para que nuestros catecúmenos, conozcan y lleguen a intentar ser como Jesús.
Que la Pascua nos ayude en esta labor y que, nunca olvidemos que a nuestro lado está siempre dándonos fuerza para no decaer.

jueves, 28 de abril de 2011

CALENDARIO CHAMINADE 28 DE ABRIL

Ante la inminente beatificación del P. Chaminade, en el año 2000, se procede en el cementerio de Burdeos al reconocimiento canónico de los restos del P. Chaminade en el Cementerio de la “Chartreuse de Burdeos.

UNA PALABRA TUYA 28 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A 
Lucas 24,35-48

Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: "Paz a vosotros." Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: "¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo."
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: "¿Tenéis ahí algo de comer?" Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: "Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse." Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto."
HOY COMENTA EL EVANGELIO SOFIA LAHOZ (Profesora de ESO)
Al leer este pasaje del evangelio me detengo ante la pregunta que Jesús hace a sus discípulos y que hago mía: ¿Por qué surgen dudas en tu interior precisamente ahora?

¿Por ser Jesús RESUCITADO? Quizás no me hiciera dudar el “Jesús de antes”, Jesús de Nazaret, el Mesías. Acepté su venida, por obra del Espíritu Santo; aprendí con sus parábolas, me enamoré de su mensaje e incluso acepté su muerte ¡y una muerte de cruz! ¿Por qué dudo ahora ante Jesús RESUCITADO? ¿Me asusta porque, de verdad, ha vencido a la muerte?
Jesús, entonces, me vuelve a interpelar. En realidad, no lo hace en singular, sino en plural: Sois mis testigos, TODOS, así que predicadme, anunciadme.
TODOS tenemos una misión, pues TODOS estamos llamados a ser testigos de la RESURRECCIÓN. ¿Y si no sabemos como hacerlo? Habrá que empezar pidiendo a Jesús que, por medio del Espíritu Santo, nos abra el entendimiento para comprender realmente lo que las Escrituras nos quieren decir. Como hizo con sus discípulos. Aprendamos de ellos, tomémosles como ejemplo: su FE en la RESURECCIÓN nació de la experiencia directa de Jesús RESUCITADO… ¡BUSQUÉMOSLE!

sábado, 23 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 23 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Ha resucitado y va por delante de vosotros a Galilea

En la madrugada del sábado, al alborear el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. Y de pronto tembló fuertemente la tierra, pues un ángel del Señor, bajando del cielo y acercándose, corrió la piedra y se sentó encima. Su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve; los centinelas temblaron de miedo y quedaron como muertos. El ángel habló a las mujeres: "Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: Ha resucitado, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis". Mirad, os lo he anunciado. Ellas se marcharon a toda prisa del sepulcro: impresionadas y llenas de alegría corrieron a anunciarlo a sus discípulos. De pronto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: "Alegraos". Ellas se acercaron, se postraron ante él y le abrazaron los pies. Jesús les dijo: "No tengáis miedo: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán".
HOY COMENTA EL EVANGELIO JUAN JOSE GARCIA (Dpto Orientación)
Siguiendo con la reflexión del texto anterior (Lucas 1, 26-38), quiero rescatar la idea central sobre el temor: el miedo nos paraliza, nos limita y nos estanca en la defensa o el refugio.

Jesús deja muy claro el mensaje de “No tengáis miedo” frente al bloqueo y la incertidumbre de los discípulos. Es ya memorable una de las expresiones de Juan Pablo II en su primer viaje a España: “No tengáis miedo. Abrid las puertas a Cristo”. De modo que un seguidor de Jesús debe ser intrépido más que miedoso.
La segunda idea que observo en el texto de Mateo es la imperiosa animación a la alegría. “Alegraos”, “...impresionadas y llenas de alegría”. Es decir, la alegría espontánea (no artificial) es una actitud del discípulo que sigue a Jesús después de su Resurrección. Habría que recordar aquí que para los primeros cristianos la tristeza se consideraba un pecado. ¿Cómo va a estar triste alguien que sabe que todo acabará bien, que hay vida y resurrección?... Estar triste sería creer en la muerte.
  
“Morir sólo es morir. Morir se acaba.
   Morir es una hoguera fugitiva
Es cruzar una puerta a la deriva
y Encontrar lo que tanto se buscaba”


José Luis MARTIN DESCALZO
Afrontar el miedo. Esperar con alegría. Y…… ¡falta la acción!... Mateo nos da la pista también de cuál es la salida: “id a comunicar a mis hermanos”. Es decir, si creemos que Jesús ha resucitado, debemos sentir entusiasmo, dejar de dar poder al temor, y ponernos a contagiar: resucitar por dentro y hacer que otros resuciten







jueves, 21 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 21 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A   T U Y A
Juan 13,1-15


Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara, y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido. Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: "Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?" Jesús le replicó: "Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde." Pedro le dijo: "No me lavarás los pies jamás." Jesús le contestó: "Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo." Simón Pedro le dijo: "Señor, no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza." Jesús le dijo: "Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos." Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: "No todos estáis limpios."
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: "¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros; os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis."
HOY COMENTA EL EVANGELIO JESUS ARCE (Director de primaria e Infantil)
Jesús nos amó hasta el extremo que nos dio a su Hijo para la salvación del mundo. Por eso, los cristianos insistimos que Dios es amor. Jesús amó a sus seguidores hasta el fin de su vida. Se levantó de la cena, se quitó su manto, y tomando una toalla, se puso a lavar los pies, no era un acto de purificación de la conciencia sino un servicio de esclavo, que como muestra de amor que profesaba por cada uno de ellos. Jesús muestra una imagen de servicio. Jesús murió y resucitó para servir a todo el mundo.



Juan abrió la escena de la Ultima Cena con un momento de claridad para Jesús. Jesús se dio cuenta de su lugar, su poder y su vocación. Él venía de Dios y volvería a Dios. Tenía toda la potestad que su Padre le dio, y pronto abandonaría el mundo en su muerte y resurrección. Quiso extender a todos los suyos, que vivirán hasta el fin de los tiempos, el mismo amor que tenía a aquellos que entonces estaban en el mundo.


Es entonces cuando le vemos formular su Mandamiento nuevo, en el cual se ofrece por modelo el amor que hemos de tenernos entre nosotros, a fin de que ese amor Suyo por los hombres perdure sobre la tierra como si Él mismo se quedara, puesto que, mediante el Espíritu Santo, cada uno podrá amar a su hermano con el mismo amor con que Jesús lo amó. Él recibe, como hecho a su propia Persona, todo lo que hacemos por el más pequeño de sus hermanos.



miércoles, 20 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 20 ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Mateo 26, 14-25



En aquel tiempo, uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso: ¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.
El primer día de los ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? El contesto: Id a casa de Fulano y decidle: "El Maestro dice: mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos".
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los doce. Mientras comían, dijo: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar. Ellos consternados se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor? El respondió: El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo el Hombre se va como está escrito de él; pero ¡ay del que va a entregar al Hijo del Hombre!, más le valdría no haber nacido. Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: ¡Soy yo acaso, Maestro? El respondió: Así es.
HOY COMENTA EL EVANGELIO DOLORES GONZALEZ (Coordinadora General de Educación Infantil)
El pasaje del evangelio de hoy, nos muestra tres situaciones bien distintas que me llevan a plantearme idéntico número de preguntas.

Si trasladamos estos pasajes a nuestros días, la situación es tal, que nos debe llevar a mirar profundamente a nuestro interior, hacia lo en busca de respuestas.
Tras haber “convivido” con el Maestro y recibir sus enseñanzas, cuando llega el tiempo de celebración, ¿cuántos de nosotros actuaríamos de forma similar al traidor discípulo, intentando vender lo más preciado de nuestras vidas, el haber llegado a conocer a Jesús?
Es Él, quien quiere celebrar la Pascua con sus seres queridos y dispone que busquen el lugar donde reunirse. ¿Estaríamos, estamos, nosotros dispuestos a acogerle para la Fiesta más importante de nuestra Fe?
Por último, cuando Jesús, nos recuerda – en nuestro día a día- que hemos compartido su pan, ¿Cómo sería el momento, si tuviéramos que decirle que “preferimos” la riqueza terrenal a su compañía?



martes, 19 de abril de 2011

CALENDARIO CHAMINADE 19 DE ABRIL

En el año 1922, con el acuerdo del Promotor de la fe, se realizó un reconocimiento del cuerpo del P. Chaminade en el Cementerio de la “Chartreuse” de Burdeos. Sobre su cabeza aparecieron restos del “Manual del Servidor de María”.

UNA PALABRA TUYA 19 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 13, 21-33. 36-38



En aquel tiempo, Jesús, profundamente conmovido, dijo: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, al que Jesús tanto amaba, estaba a la mesa a su derecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces el, apoyándose en el pecho de Jesús, le pregunto Señor: ¿quién es?
Le contestó Jesús: Aquél a quien yo le dé este trozo de pan untado. Y untando el pan se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: Lo que tienes que hacer hazlo en seguida.
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.
Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él (Si Dios es glorificado en el, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará).
Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde. Pedro replicó: Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti. Jesús le contesto: ¿Con que darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces
HOY COMENTA EL EVANGELIO JAVIER RODRIGUEZ CAMARERO (Coordinador de la Catequesis de Infancia y profesor de EP)
Hoy, Martes Santo, la liturgia pone el acento sobre el drama que está a punto de desencadenarse y que concluirá con la crucifixión del Viernes Santo. “En cuanto tomó Judas el bocado, salió, era de noche”. Siempre es de noche cuando uno se aleja de Dios, que es la Luz. ¿Cuántas veces apagamos la Luz que llevamos dentro? Este es el tiempo perfecto para mirar hacia nuestro interior y de presentarnos ante Dios Padre tal como somos, sin engaños ni tapujos. No somos perfectos; nadie es perfecto, es más, estoy seguro que tenemos momentos en los que conmovemos profundamente a Jesús por nuestros actos y le volvemos la espalda.

Afortunadamente, el pecado no es la última palabra. Dios es todo misericordia y, por tener esta profunda convicción, debemos de sentirnos alegres. Si Jesús perdonó setenta veces siete, nosotros también nos vemos tocados por la gracia de Dios. Qué suerte tenemos de sabernos Hijos de un Dios que es eternamente misericordioso. Esto ha de hacer de nosotros personas con capacidad de perdonar, incluso en los peores momentos y circunstancias.







lunes, 18 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 18 ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 12, 1-11


Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena: Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él en la mesa.
María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice: ¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres? (Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa llevaba lo que iban echando)
Entonces Jesús dijo: Déjala: lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis con vosotros, pero a mi no siempre me tenéis.
Una muchedumbre de Judíos se entero de que estaba allí y fueron no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos. Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús
HOY COMENTA EL EVANGELIO PAULA SANTAS (Coordinadora de Pastoral de infantil y primaria)
Una vez más Jesús se ha puesto al lado de los más pobres o los más rechazados por la sociedad. Él no tenía miedo al qué dirán o qué pensarán. Él sabía lo que le iba a ocurrir y aun así siguió siendo fiel a sus principios. Fiel al Padre, fiel al Amor.

Cenó con una mujer y con un fariseo con todo lo que ello conllevaba. Anteriormente en la lectura de la resurrección de Lázaro, se ha visto a un Jesús humano, sensible. Y una vez más lo vemos ahora. Marta, que era hermana de Lázaro, cubrió a Jesús de perfume, quiso que estuviera a gusto. Y nosotros ¿hacemos espacio en nuestro día a día para cuidar de nuestra relación con Jesús? ¿Tratamos de crecer en la fe?
En esta lectura también aparece Judas que era otro ladrón que no entiende porqué le ha llenado de perfume a Jesús y Jesús les anuncia que llegará un momento en el que no podrán estar tan cerca de El. Les está avisando de lo que iba a pasar dentro de poco.
Jesús muere en la Cruz en un momento en el que los mismos sacerdotes piensan en algo diferente al mensaje de Jesús, se vuelven contra El. Toda la sociedad está confundida. Pero sabemos que con la Resurrección la gente empezó a entender mejor, todos empezaron a llenarse de Paz.
Pues vamos a llenarnos de Paz en esta Semana Santa, seamos Luz, seamos Vida.

domingo, 17 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 17 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A

DOMINGO DE RAMOS.
HOY COMENTA EL EVANGELIO JOSE ANTONIO PAGOLA
 Escándalo y locura
Los primeros cristianos lo sabían. Su fe en un Dios crucificado sólo podía ser considerada como un escándalo y una locura. ¿A quién se le había ocurrido decir algo tan absurdo y horrendo de Dios? Nunca religión alguna se ha atrevido a confesar algo semejante. Ciertamente, lo primero que todos descubrimos en el crucificado del Gólgota, torturado injustamente hasta la muerte por las autoridades religiosas y el poder político, es la fuerza destructora del mal, la crueldad del odio y el fanatismo de la mentira. Pero ahí precisamente, en esa víctima inocente, los seguidores de Jesús vemos a Dios identificado con todas las víctimas de todos los tiempos.
Despojado de todo poder dominador, de toda belleza estética, de todo éxito político y toda aureola religiosa, Dios se nos revela, en lo más puro e insondable de su misterio, como amor y sólo amor. No existe ni existirá nunca un Dios frío, apático e indiferente. Sólo un Dios que padece con nosotros, sufre nuestros sufrimientos y muere nuestra muerte.
Este Dios crucificado no es un Dios poderoso y controlador, que trata de someter a sus hijos e hijas buscando siempre su gloria y honor. Es un Dios humilde y paciente, que respeta hasta el final la libertad del ser humano, aunque nosotros abusemos una y otra vez de su amor. Prefiere ser víctima de sus criaturas antes que verdugo.
Este Dios crucificado no es el Dios justiciero, resentido y vengativo que todavía sigue turbando la conciencia de no pocos creyentes. Desde la cruz, Dios no responde al mal con el mal. “En Cristo está Dios, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino reconciliando al mundo consigo” (2 Corintios 5,19). Mientras nosotros hablamos de méritos, culpas o derechos adquiridos, Dios nos está acogiendo a todos con su amor insondable y su perdón.
Este Dios crucificado se revela hoy en todas las víctimas inocentes. Está en la cruz del Calvario y está en todas las cruces donde sufren y mueren los más inocentes: los niños hambrientos y las mujeres maltratadas, los torturados por los verdugos del poder, los explotados por nuestro bienestar, los olvidados por nuestra religión.
Los cristianos seguimos celebrando al Dios crucificado, para no olvidar nunca el “amor loco” de Dios a la humanidad y para mantener vivo el recuerdo de todos los crucificados. Es un escándalo y una locura. Sin embargo, para quienes seguimos a Jesús y creemos en el misterio redentor que se encierra en su muerte, es la fuerza que sostiene nuestra esperanza y nuestra lucha por un mundo más humano.





sábado, 16 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 16 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 11,45-57

En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: "¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación." Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: "Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera." Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: "¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?" Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.
HOY COMENTA EL EVANGELIO ELENA CRESPO ( Catequista catequesis de infancia)
“Muchos …, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en Él”. A Jesús le seguían por lo que hacía, porque prodigaba amor, porque siempre iba haciendo el bien a todos los que lo necesitaban (enfermos, rechazados de la sociedad…). Sin embargo, no todos le entendían ni le seguían, incluso había quien quería quitarle de en medio, querían matarle.

Y nosotros ¿qué hacemos? ¿Nos damos cuenta de quienes sufren en silencio a nuestro alrededor y les ayudamos incondicionalmente con amor? ¿Estamos con los que se sienten aislados sin quererlo? O, ¿seguimos criterios, generalmente admitidos, por nuestra colectividad? ¿Actuamos buscando el apoyo de la sociedad en la que nos movemos?

viernes, 15 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 15 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 10,31-42




En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: "Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?" Los judíos le contestaron: "No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios." Jesús les replicó: "¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre."
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad." Y muchos creyeron en él allí.
HOY COMENTA EL EVANGELIO VIDAL MARTIN (Coordinador de 3º ESO)
A veces, más de las deseadas, apedreamos a los demás. La crítica desmedida, el cotorreo “gracioso”, los gustos, los defectos… ¿Por qué obra buena lo hacemos?



Seguramente si pensásemos en todo lo bueno que los demás hacen, tendríamos pocos argumentos para hablar mal de ellos, y seguramente podríamos hablar bien.

jueves, 14 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 14 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
JUEVES 14 DE ABRIL 2011
Juan 8,51-59
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre." Los judíos le dijeron: "Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?"
Jesús contestó: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: "No lo conozco" sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría." Los judíos le dijeron: "No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?" Jesús les dijo: "Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo." Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.
HOY COMENTA EL EVANGELIO MARIA FRAILE (Catequista catequesis infancia)
Detrás de su Palabra

A menudo nos sorprendemos ante un Jesús que suena altanero, incluso prepotente, en nuestros esquemas mundanos. Jesús hablando de sí mismo con una firmeza y una determinación que no encaja con el lenguaje ‘políticamente correcto’ al que estamos acostumbrados. El lenguaje de Jesús parece chocar a veces con el Jesús humilde de las Bienaventuranzas, el que cura, alivia, sana, reconforta, el que se ciñe la toalla para poder lavar los pies de todos.
Pero si leemos “detrás” de sus palabras, vemos al Padre en cuyo nombre él se expresa con firmeza y determinación. Cuando leemos detrás, podemos entender que quien guarde su palabra no sabrá lo que es morir para siempre, pues detrás está el buen Padre volviendo a la vida lo que el hombre torpemente trata de matar. Podemos entender que antes de Abraham existiera ya Jesús, pues el Amor del Padre existía ya con mayúsculas desde el comienzo de la creación. Jesús habla con autoridad, porque es Dios mismo el que habla en él.
Padre, ayúdanos a ir un poco más allá, a no quedarnos en las palabras, a llegar a lo más hondo para poder encontrarte.





miércoles, 13 de abril de 2011

CELEBRACIÓN DEL VIA CRUCIS

CELEBRACIÓN DEL VIA CRUCIS


Los niños del tercer año de catequesis y sus familias celebramos el Vía Crucis en la iglesia del colegio. Juntos hemos recorrido las 14 estaciones que nos recuerdan la Pasión de Jesús y una estación más para proclamar que Jesús resucitó al tercer día.

Para la mayoría de los niños y niñas ha sido su primera experiencia en acompañar a Jesús y rezar con él, durante su camino a la Cruz. Todos ellos participaron con mucho orden y atención y nos leyeron los distintos pasajes de las estaciones, así como una meditación y oración, al final de cada una de ellas. Fueron oraciones sentidas por ellos, puesto que las prepararon personalmente durante las sesiones de catequesis.

Los padres y madres de los niños, también participaron en el Vía Crucis llevando la Cruz por las distintas estaciones en compañía del padre Julián.

A todos muchas gracias por participar con tanto cariño en esta celebración del Vía Crucis.

Grupo de catequistas

martes, 12 de abril de 2011

CALENDARIO CHAMINADE 12 DE ABRIL

 En 1839, el Papa Gregorio XVI firma el “Decreto de alabanza” de la Compañía de María y de las Hijas de María. Esta conmemoración se traslada al 12 de mayo, para que coincida con el recuerdo de la aprobación canónica de la Compañía de María en 1965 y con la aprobación canónica de las Hijas de María en 1969, ambas ocurridas un 12 de mayo.

UNA PALABRA TUYA 12 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 8,21-30


En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: "Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros." Y los judíos comentaban: "¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?" Y él continuaba: "Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados."

Ellos le decían: "¿Quién eres tú?" Jesús les contestó: "Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él." Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: "Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada." Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
HOY COMENTA EL EVANGELIO JESUS ARCE (Director de Primaria e infantil)

La liturgia de esta semana contiene reflexiones profundas sobre el misterio de Dios que envuelve a la persona de Jesús. Aparentemente, se trata de un diálogo entre Jesús y los fariseos. Ellos quieren saber quién es Jesús, lo critican por dar testimonio de sí mismo sin ninguna prueba o testimonio para legitimarse ante la gente. Jesús responde diciendo que él no habla a partir de sí mismo, sino siempre a partir del Padre y en nombre del Padre. Ellos imaginan a Dios de una determinada forma, y Dios es diferente a como ellos se lo imaginan. Por esto no son capaces de reconocer la presencia de Dios en Dios.

fariseos no entienden lo que Jesús quiere decir y toman todo al pie de la letra. Creo que vale la pena que nos preguntemos quién es Jesús para nosotros y nosotras. La Buena Nueva de la muerte y de la resurrección revelará quién es Jesús, y ellos sabrán que Jesús es la presencia de Dios en medio de nosotros. El fundamento de esta certeza de nuestra fe es doble: por un lado, la certeza de que el Padre está
siempre con Jesús y nunca le deja solo y, por otro lado, la total y radical obediencia de Jesús al Padre,
por la que él se convierte en total apertura y total del Padre para nosotros

lunes, 11 de abril de 2011

CONFIRMACIONES 9 DE ABRIL

El sabado 9 de abril se celebró el sacramento de la confirmación en la Iglesia del Colegio, un grupo de jóvnes que han estado 3 años en el catecumenado dieron este paso importante en sus vidas, y recibieron el sacramento de la confirmación, con lo que completan los sacramentos de la inciación Cristiana
muchisimas gracias a los catequistas que les han acompañado durante estos años, a continuación reproduzco el agradecimiento que leyo una de las confirmandas en la celebración.

Una vez más Señor, hemos celebrado la eucaristía contigo, en ésta, la Iglesia de nuestro colegio. Aunque eso sí, con más sentido que nunca. Está claro que hoy no es un día cualquiera, una celebración más. Hoy nos comprometemos a seguir a Jesús como modelo de vida, y aceptamos con ilusión esta responsabilidad para la que nos hemos estado preparando desde que éramos pequeños.Han sido tres años de catecumenado a los que tenemos mucho que agradecer. No sólo nos hemos llenado de experiencias inolvidables como el voluntariado, las convivencias o el camino de Santiago, sino que hemos crecido y madurado como personas. Nos sentimos orgullosos de haber consolidado los valores en los que hemos crecido, y sobre todo, afortunados al haber aprendido a valorar la vida que tenemos. Al apreciar lo preciosa que es y a dar el salto de compartirla con los demás.Tres años que nos han hecho reflexionar, cambiar esquemas y ver las cosas de otra manera. A veces lo importante no es la meta, sino el camino; y en él nos hemos hecho conscientes de que queremos a Jesús en nuestra vida y de que queremos vivirla con Él. Por esto no queremos que este día signifique un punto y final, sino un punto de inflexión a partir del que llevar este sentimiento con nosotros y a todos los que nos rodean. Como nos decía Paco, NOSOTROS SOMOS LA JUVENTUD, y está en nosotros hacer visible esta promesa y llevar a cabo esta misión.Por último, no querría terminar sin expresar en nombre de todos el INMENSO agradecimiento a nuestros catequistas: A Paco Lora, Jesús, Lourdes, Isabel, Patricia, Mercedes, Estela y Sergio, por haber estado en todo momento a nuestro lado estos años, por compartir tantas cosas con nosotros, por escuchar nuestras opiniones, por acompañarnos, por habernos dado vuestro tiempo, vuestro humor y vuestra inestimable confianza. GRACIAS.


UNA PALABRA TUYA 11 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 8,1-11


En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?" Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: "El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra." E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?" Ella contestó: "Ninguno, Señor." Jesús dijo: "Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más."
HOY COMENTA EL EVANGELIO RICARDO SANFIZ (Profesor de Educación Primaria)


Cuaresma es un tiempo de conversión. Jesús es misericordioso y responde a las provocaciones de escribas y fariseos con el perdón de la mujer adúltera. Los que nos dedicamos al apasionante y difícil arte de educar sabemos que el buen maestro llega a sus alumnos con el ejemplo, y definitivamente es lo que nos enseña una vez más Jesús. Él vino a la tierra a salvar no a condenar. Desaprueba el adulterio invitando a la mujer a no pecar más pero le da una oportunidad de cambiar. La Cuaresma nos ofrece a todos la oportunidad de la conversión. No la desaprovechemos. Cuántas familias rotas, cuántas amistades perdidas, etc. Por  no saber decir “lo siento”, o “te perdono”. Debemos esforzarnos en, como Jesús, llegar a la plenitud del perdón, sin rencores y sin recuerdos. Hay que empezar de cero. ¡Borrón y cuenta nueva!

domingo, 10 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 10 ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 11,1-45


En aquel tiempo, [un cierto Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta, su hermana, había caído enfermo. María era la que ungió al Señor con perfume y le enjugó los pies con su cabellera; el enfermo era su hermano Lázaro.]


Las hermanas mandaron recado a Jesús, diciendo: "Señor, tu amigo está enfermo." Jesús, al oírlo, dijo: "Esta enfermedad no acabará en la muerte, sino que servirá para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella." Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, se quedó todavía dos días en donde estaba. Sólo entonces dice a sus discípulos: "Vamos otra vez a Judea."


Cuando Jesús llegó, Lázaro llevaba ya cuatro días enterrado. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo."


Jesús, [viéndola llorar a ella y viendo llorar a los judíos que la acompañaban,] sollozó y, muy conmovido, preguntó: "¿Donde lo habéis enterrado?" Le contestaron: "Señor, ven a verlo." Jesús se echó a llorar. Los judíos comentaban: "¡Cómo lo quería!" Pero algunos dijeron: "Y uno que le ha abierto los ojos a un ciego, ¿no podía haber impedido que muriera éste?" Jesús, sollozando de nuevo, llega al sepulcro. Era una cavidad cubierta con una losa. Dice Jesús: "Quitad la losa." Marta, la hermana del muerto, le dice: "Señor, ya huele mal, porque lleva cuatro días." Jesús le dice: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?" Entonces quitaron la losa. Jesús, levantando los ojos a lo alto, dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado; yo sé que tú me escuchas siempre; pero lo digo por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado." Y dicho esto, gritó con voz potente: "Lázaro, ven afuera." El muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y la cara envuelta en un sudario. Jesús les dijo: "Desatadlo y dejadlo andar." Y muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
HOY COMENTA EL EVANGELIO JOSE ANTONIO PAGOLA
El relato de la resurrección de Lázaro es sorprendente. Por una parte, nunca se nos presenta a Jesús tan humano, frágil y entrañable como en este momento en que se le muere uno de sus mejores amigos. Por otra parte, nunca se nos invita tan directamente a creer en su poder salvador: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque muera, vivirá... ¿Crees esto?»

Jesús no oculta su cariño hacia estos tres hermanos de Betania que, seguramente, lo acogen en su casa siempre que viene a Jerusalén. Un día Lázaro cae enfermo y sus hermanas mandan un recado a Jesús: nuestro hermano «a quien tanto quieres» está enfermo. Cuando llega Jesús a la aldea, Lázaro lleva cuatro días enterrado. Ya nadie le podrá devolver la vida.
La familia está rota. Cuando se presenta Jesús, María rompe a llorar. Nadie la puede consolar. Al ver los sollozos de su amiga, Jesús no puede contenerse y también él se echa a llorar. Se le rompe el alma al sentir la impotencia de todos ante la muerte. ¿Quién nos podrá consolar?
Hay en nosotros un deseo insaciable de vida. Nos pasamos los días y los años luchando por vivir. Nos agarramos a la ciencia y, sobre todo, a la medicina para prolongar esta vida biológica, pero siempre llega una última enfermedad de la que nadie nos puede curar.
Tampoco nos serviría vivir esta vida para siempre. Sería horrible un mundo envejecido, lleno de viejos y viejas, cada vez con menos espacio para los jóvenes, un mundo en el que no se renovara la vida. Lo que anhelamos es una vida diferente, sin dolor ni vejez, sin hambres ni guerras, una vida plenamente dichosa para todos.
Hoy vivimos en una sociedad que ha sido descrita como "una sociedad de incertidumbre" (Z. Bauman). Nunca había tenido el ser humano tanto poder para avanzar hacia una vida más feliz. Y, sin embargo, nunca tal vez se ha sentido tan impotente ante un futuro incierto y amenazador. ¿En qué podemos esperar?
Como los humanos de todos los tiempos, también nosotros vivimos rodeados de tinieblas. ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Cómo hay que vivir? ¿Cómo hay que morir? Antes de resucitar a Lázaro, Jesús dice a Marta esas palabras que son para todos sus seguidores un reto decisivo: «Yo soy la resurrección y la vida: el que crea en mí, aunque haya muerto vivirá... ¿Crees esto?»
A pesar de dudas y oscuridades, los cristianos creemos en Jesús, Señor de la vida y de la muerte. Sólo en él buscamos luz y fuerza para luchar por la vida y para enfrentarnos a la muerte. Sólo en él encontramos una esperanza de vida más allá de la vida.







sábado, 9 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 9 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 7,40-53


En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: "Éste es de verdad el profeta." Otros decían: "Éste es el Mesías." Pero otros decían: "¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?" Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: "¿Por qué no lo habéis traído?" Los guardias respondieron: "Jamás ha hablado nadie como ese hombre." Los fariseos les replicaron: "¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos." Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: "¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?" Ellos le replicaron: "¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas." Y se volvieron cada uno a su casa
HOY COMENTA EL EVANGELIO CHARLY (Profesor Eduación Infantil)
El Señor en el último día de las fiestas habla diciendo:

- Quien tenga sed que se acerque a mí y quien crea que beba (se refería al Espíritu Santo que iban a recibir a los que creyeran en él.)
Lo que el Señor nos quiere decir es lo mismo que le dijo a la Samaritana, el que vuelva a beber de esta agua del pozo, vuelve a tener sed, pero el que beba agua que yo voy a dar, nunca más tendrá sed, porque esa agua se le convertirá dentro de un manantial que salta dando una vida sin término.
Entre tanto la gente empezó a preguntarse, éste es el Profeta, otros decían, no es el Mesías, otros que el Mesías iba a venir de Galilea, como se observa ni unos ni otros quería saber la verdad.
Hasta querían apresarle, pero ninguno se atrevían, mientras los guardias del templo ante el cariz que tomaban las circunstancias fueron a preguntar a los sumos sacerdotes que hacía tiempo querían que Jesús siguiera predicando por su territorio, pero los guardianes fueron ecuánimes y no encontrándole culpable de ninguna falta le replicaron a los sacerdotes. “ vosotros no le escucháis porque de lo contrario no diréis que no cumple la ley, porque os basáis en que de Galilea no puede salir el Mesías.”
Viendo los sumos sacerdotes que no conseguían sus propósitos hicieron lo que estaban acostumbrados, mirar para otro lado en espera de poderlo atrapar en otro momento. Y cada un o se fue por su lado.








viernes, 8 de abril de 2011

8 de abril 2011 en Santa María del Pilar.

Aunque será el día 14 de abríl cuando celebremos con todo el colegio el nacimiento del Padre Chamiande, también hoy día 8 se ha notado que era un día especial.




CALENDARIO CHAMINADE 8 DE ABRIL

 En 1761, nace en Périgueux (Francia) Guillermo José Chaminade. Es bautizado el mismo día de su nacimiento. Hoy es el 250 aniversario.

UNA PALABRA TUYA 8 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 7,1-2.10.25-30


En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: "¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene." Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: "A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado." Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
HOY COMENTA EL EVANGELIO MARIA DEL CARMEN ROPERO (Catequista Catequesis de infancia)
Jesús no se las daba de grande. No necesita el aplauso de la gente. El vino a cumplir una misión que el Padre le había encomendado: dar a conocer el infinito amor de Dios a los hombres.

¿Cómo es nuestro amor a Cristo? ahora que Jesús está perseguido (fuera las imágenes de los colegios, profanación de una Iglesia en la Universidad..).
Tenemos que con nuestro comportamiento, con nuestro testimonio de cristianos hacer que el corazón de las personas cambie.
Felicidades a toda la Familia Marianista en el día de hoy en el que se cumple el 250 aniversario del nacimiento de su fundador el Beato Guillermo José de Chaminade.







jueves, 7 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 7 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 5,31-47


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése sí lo recibiréis. ¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?"
HOY COMENTA EL EVANGELIO DOLORES GONZALEZ (Coordinadora de Infantil)
En el evangelio de hoy, Jesús hace ver al pueblo judío algo que hoy, en no pocas ocasiones, sigue ocurriendo en nuestra sociedad: Por muchos signos y anuncios que los profetas han hecho de Dios y su Palabra para alcanzar la vida eterna, en ocasiones no somos capaces de ver lo que está delante de nosotros; nos deslumbramos con nuestros semejantes, con sus logros y triunfos e ignoramos todo lo que viene del Altísimo, sus palabras y gestos de bondad hacia el hombre para aprender el camino de la salvación.

El Evangelista nos señala que aunque otros profetas han dado fe de la venida de Jesús, los judíos, ni aún teniéndole a Él a su lado, fueron capaces de percibir y recibir en sus corazones el mensaje del Hijo de Dios hecho hombre.
Jesús, entonces y ahora, nos deja un mensaje claro, nos pide ¡¡ACTUAR!!, para que nuestras obras sean testimonio de nuestra fe.

miércoles, 6 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 6 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 5,17-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo." Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: "Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
HOY COMENTA EL EVANGELIO ADOLFO GONZALEZ (profesor de Educación Primaria)
Para mí el Evangelio de hoy me transmite que Jesús y Dios son la misma persona y que lo envío a la Tierra para que fuera nuestro modelo a seguir, no sólo con lo que transmitió, contó o realizó si no como ejemplo en nuestra vida diaria. Si imitamos a Jesús, que en muchas ocasiones nos cuesta, haremos lo que quiere Dios. No nos podemos basar en la teoría, tenemos que llevarla a la práctica. Nuestro arquetipo realizó muchas acciones transgresoras en aquellos tiempos. ¿Realizamos nosotros obras que imiten a Jesús? Por la noche, antes de dormirnos deberíamos  pensarlo.

lunes, 4 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 4 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 4,43-54

En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación: "Un profeta no es estimado en su propia patria." Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: "Como no veáis signos y prodigios, no creéis." El funcionario insiste: "Señor, baja antes de que se muera mi niño." Jesús le contesta: "Anda, tu hijo está curado." El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: "Hoy a la una lo dejó la fiebre." El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando Jesús le había dicho: "Tu hijo está curado." Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
HOY COMENTA EL EVANGELIO IRENE RODRIGUEZ-YNYIESTO (Grupo SENDA)
Los galileos recibieron bien a Jesús porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén. El funcionario real quiso que Jesús fuese a su casa para hacer el milagro de curar a su hijo. Cuánto nos parecemos nosotros a ellos tantas veces, esperando que Dios intervenga en nuestra vida con grandes signos para creer en él. El problema es que si nos pasamos la vida buscando grandes “señales del cielo”, podemos perder la oportunidad de sentir la verdadera presencia de Dios. De encontrarnos con él, que está constantemente actuando en lo sencillo, en lo cotidiano, en lo escondido de nuestro corazón. A nosotros, como al  funcionario real, nos sigue costando caer en la cuenta de que Dios pasa por nuestra vida y la mejora cada día, y de que él va poco a poco, silenciosamente, curando nuestras heridas. Pero su paciencia es infinita, y él sigue esperando que llegue el día en que no necesitemos signos y prodigios, sólo su amor, para creer en él.

domingo, 3 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 3 DE ABRIL

U N A  P A L A B R A  T U Y A
Juan 9,1-41

En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento. [Y sus discípulos le preguntaron: "Maestro, ¿quien pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?" Jesús contestó: "Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se manifiesten en él las obras de Dios. Mientras es de día, tenemos que hacer las obras del que me ha enviado; viene la noche, y nadie podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo." Dicho esto,] escupió en tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le dijo: "Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado." Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna preguntaban: "¿No es ése el que se sentaba a pedir?" Unos decían: "El mismo." Otros decían: "No es él, pero se le parece." Él respondía: "Soy yo." [Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaban cómo había adquirido la vista. Él les contestó: "Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo." Algunos de los fariseos comentaban: "Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado." Otros replicaban: ¿Cómo puede un pecador hacer semejantes signos?" Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle al ciego: "Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?" Él contestó: "Que es un profeta." [Pero los judíos no se creyeron que aquél había sido ciego y había recibido la vista, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: "¿Es éste vuestro hijo, de quien decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?" Sus padres contestaron: "Sabemos que éste es nuestro hijo y que nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo sabemos nosotros, y quién le ha abierto los ojos, nosotros tampoco lo sabemos. Preguntádselo a él, que es mayor y puede explicarse." Sus padres respondieron así porque tenían miedo los judíos; porque los judíos ya habían acordado excluir de la sinagoga a quien reconociera a Jesús por Mesías. Por eso sus padres dijeron: "Ya es mayor, preguntádselo a él." Llamaron por segunda vez al que había sido ciego y le dijeron: "Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos que ese hombre es un pecador." Contestó él: "Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo." Le preguntan de nuevo: ¿Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?" Les contestó: "Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho caso; ¿para qué queréis oírlo otra vez?; ¿también vosotros queréis haceros discípulos suyos?" Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron: "Discípulo de ése lo serás tú; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, pero ése no sabemos de dónde viene." Replicó él: "Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino al que es religioso y hace su voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder."]
Le replicaron: "Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y nos vas a dar lecciones a nosotros?" Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían expulsado, lo encontró y le dijo: "¿Crees tú en el Hijo del hombre?" Él contestó: "¿Y quién es, Señor, para que crea en él?" Jesús les dijo: "Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es." Él dijo: "Creo, señor." Y se postró ante él.
[Jesús añadió: "Para un juicio he venido ya a este mundo; para que los que no ve vean, y los que ven queden ciegos." Los fariseos que estaban con él oyeron esto y le preguntaron: "¿También nosotros estamos ciegos?" Jesús les contestó: "Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado, pero como decís que veis, vuestro pecado persiste."]
HOY COMENTA EL EVANGELIO JOSE ANTONIO PAGOLA
El relato es inolvidable. Se le llama tradicionalmente “La curación del ciego de nacimiento”, pero es mucho más, pues el evangelista nos describe el recorrido interior que va haciendo un hombre perdido en tinieblas hasta encontrarse con Jesús, «Luz del mundo». No conocemos su nombre. Sólo sabemos que es un mendigo, ciego de nacimiento, que pide limosna en las afueras del templo. No conoce la luz. No la ha visto nunca. No puede caminar ni orientarse por sí mismo. Su vida transcurre en tinieblas. Nunca podrá conocer una vida digna.

Un día Jesús pasa por su vida. El ciego está tan necesitado que deja que le trabaje sus ojos. No sabe quién es, pero confía en su fuerza curadora. Siguiendo sus indicaciones, limpia su mirada en la piscina de Siloé y, por primera vez, comienza a ver. El encuentro con Jesús va a cambiar su vida.
Los vecinos lo ven transformado. Es el mismo pero les parece otro. El hombre les explica su experiencia: «un hombre que se llama Jesús» lo ha curado. No sabe más. Ignora quién es y dónde está, pero le ha abierto los ojos. Jesús hace bien incluso a aquellos que sólo lo reconocen como hombre.
Los fariseos, entendidos en religión, le piden toda clase de explicaciones sobre Jesús. El les habla de su experiencia: «sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo». Le preguntan qué piensa de Jesús y él les dice lo que siente: «que es un profeta». Lo que ha recibido de Él es tan bueno que ese hombre tiene que venir de Dios. Así vive mucha gente sencilla su fe en Jesús. No saben teología, pero sienten que ese hombre viene de Dios.
Poco a poco, el mendigo se va quedando solo. Sus padres no lo defienden. Los dirigentes religiosos lo echan de la sinagoga. Pero Jesús no abandona a quien lo ama y lo busca. «Cuando oyó que lo habían expulsado, fue a buscarlo». Jesús tiene sus caminos para encontrarse con quienes lo buscan. Nadie se lo puede impedir.
Cuando Jesús se encuentra con aquel hombre a quien nadie parece entender, sólo le hace una pregunta: «¿Crees en el Hijo del Hombre?» ¿Crees en el Hombre Nuevo, el Hombre plenamente humano precisamente por ser expresión y encarnación del misterio insondable de Dios? El mendigo está dispuesto a creer, pero se encuentra más ciego que nunca: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús le dice: «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es». Al ciego se le abren ahora los ojos del alma. Se postra ante Jesús y le dice: «Creo, Señor». Sólo escuchando a Jesús y dejándonos conducir interiormente por él, vamos caminando hacia una fe más plena y también más humilde

sábado, 2 de abril de 2011

UNA PALABRA TUYA 2 DE ABRIL

U N A P A L A B R A  T U Y A
Lucas 18,9-14

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo." El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador." Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."
HOY COMENTA EL EVANGELIO JULIAN VICARIO SM (Capellan del Colegio y Superior de la comunidad marianista de Sta. María del Pilar)
La parábola del fariseo y el publicano expresa muy bien la actitud de los dos

personas:
- el fariseo es buena persona, cumple muy bien con sus deberes religiosos.Pero no ama a los demás. Está lleno de sí mismo. No sale del templo justificado.
- el publicano, en cambio, se reconoce pecador, se presenta humildemente ante el Señor tal como es, no se compara con nadie y por eso es atendido en su oración.
Es interesante recordar lo que San Lucas pone en labios de Jesús: "dijo esta parábola por algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás".
¿En cuál de los dos personajes de la parábola nos vemos retratados? ¿En el fariseo, orgulloso de sí mismo o en el pecador que invoca humildemente el perdón de Dios? El fariseo no deja actuar a Dios en su vida. Está lleno de sí mismo. El publicano, en cambio, vacío de sí mismo sí deja actuar a Dios en su vida. Seguramente si fuésemos conscientes de que Dios nos perdona a nosotros, tendríamos una actitud de más humildad y comprensión con los demás.
Está bien que en Cuaresma ofrezcamos a Dios la oración, la limosna y el ayuno pero seamos conscientes también de que lo principal que Dios nos pide es algo
interior: por ejemplo la misericordia, la compasión, el amor a los demás.