viernes, 27 de febrero de 2015

domingo, 22 de febrero de 2015

En el evangelio de hoy

Mc 1,12-15: 

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
-«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»


Siempre le ha llamado la atención la expresión "el Espíritu empujo al desierto a Jesús",   Veo claro que no fue de manera muy voluntaria, y es que hay muchas veces cosas que no nos apetece nada, pero nada hacerlas, en ese momento es cuando hay que dejarse empujar por el Espíritu sin ejercer demasiada resistencia, nada más que la justa 


domingo, 15 de febrero de 2015

El evangelio de hoy

Mc 1,40-45: La lepra se le quitó y quedó limpio.

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-«Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
-«Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio. Él lo despidió, encargándole severamente:
-«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.


Si pudiésemos tener la fe de este leproso.
Si creyésemos de verdad que Dios puede intervenir en nuestra vida, de verdad, no una manera de hablar, de verdad, y nos acercásemos a Jesús....
Nuestra vida podría cambiar radicalmente.