Yo ya había estado en Buendía pues fui al campamento de verano. Pero no tenía nada que ver.
Cuando llegamos nos dieron una habitación, y dejamos las maletas. Como había que traer comida para compartir, la bajamos al comedor, para que los profesores la colocaran por mesas. Antes de comer hicimos una actividad de imaginación. Había que completar la letra de una canción y después hacer un baile todo el grupo. Fue muy divertido aunque no ganamos.
Antes de ir a las convivencias habíamos hecho unos sobres en clase para en los ratos libres mandar cartas. Cuando terminamos de comer hicimos una Gymkhana, mi grupo quedó 3º.
A continuación hicimos una actividad más relajante: realizamos la silueta de nuestra mano y dentro escribíamos algo que tenemos nosotros en especial.
De velada jugamos al risk, un juego de estrategia. Fue un poco complicado, por cada grupo había un capitán que llevaba un collar, si alguien le desafiaba todo el grupo se iba con el otro y formábamos una tropa más grande. Cada grupo tenía un territorio con las vidas y los demás se las tenían que quitar.
Antes de dormir nos pusieron unas imágenes de Jesús con velas encendidas, nos repartieron un post-it en forma de corazón y escribíamos cuando nos encontrábamos felices.
A la hora de acostarse estuvimos hablando un ratito pero luego nos dormimos.
A la mañana siguiente fuimos a dar una excursión por el pantano. Realizábamos diferentes paradas a lo largo del camino para leer pasajes de la biblia. Tuvimos misa con el padre Julián acompañado por el director de todo el colegio.
Luego comimos y nos repartieron la comida que había sobrado.
En el viaje de vuelta estuvimos cantando y pintándonos los brazos.
Fueron uno de los días más impresionantes y agotadores para mí.
Mercedes Viudes Sánchez
El jueves pasado fuimos a Buendía, pero no de campamento, si no de convivencia. LA convivencia consistía en hacer amigos nuevos.
Al llegar dejamos las maletas en la habitación y bajamos la comida al comedor, donde los monitores de scouts la repartieron por las mesas.
Estuvimos jugando a adivinar canciones hasta la hora de comer.
Tuvimos que compartir la comida. La comida de los demás no estaba tan buena como la de mi cuidadora. Yo creía que nos íbamos a sentar en las gradas y cada uno comía lo que quería de los demás. Yo que lleve jamón serranoi no lo pusieron en la mesa de los demás ni en la nuestra así que me lo lleve de vuelta a casa.
Después hicimos muchos juegos, sobre todo la gymkhana que nos ocupó toda la atarde.
Antes de ir a cenar hicimos una actividad más tranquilita, que fue recortar manos y pegarlas en una cartulina.
Cenamos y la velada consistió en un risk humano, onde yo no participé porque no sabía en qué consistía. Estuve paseando por el campamento, pero a la vez ayudaba a mi equipo consiguiendo papeletas.
Al día siguiente, limpiamos el campamento y antes de comer celebramos una misa.
Después de comer volvimos a Madrid.
Lo mejor de la convivencia ha sido que he conocido nuevos amigos. He estado con compañeros a los que no conocía bien y convivir estos días me ha dado la oportunidad de conocerlos mejor.
¡Me lo pasé genial!
Nicolás Zalba, 6ºD
