“Tenemos una Buena Noticia que daros, los mayores no podemos guardarla para nosotros solos: Dios es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos”.
Julián Vicario, como sacerdote celebrante, recordó a los niños tres momentos importantes de sus vidas, asociados a su itinerario en catequesis: la Renovación de las Promesas del Bautismo , la Iniciación al Sacramento de la Penitencia, la Primera Comunión y este momento de entrega de la biblia.
Tras la Primera Lectura(2Tim.3,14-17) que hacía clara alusión a la importancia de la Sagrada Escritura, se leyó el Evangelio de la Parábola del Sembrador, dándose especial importancia a la idea de “acoger la Palabra de Dios y cuidarla para que así de fruto abuntdante”.
El momento más esperado y significativo llegaba con la entrega de las biblias. Los padres hacían entrega a sus hijos de las Sagradas Escrituras, pronunciando las siguientes palabras: “Te entregamos la Palabra de Dios, que ella te ayude en todas las acciones de tu vida”. Seguidamente, los catecúmenos se colocaban a lo largo del pasillo central de la iglesia y levantado las biblias, recibían la aspersión del agua bendita. La celebración concluyó con un canto a María.
Tras esta simbólica Celebración religiosa está su preparación. Es de agradecer la desinteresada labor del grupo de catequistas y el del sacerdote. Por supuesto, también es de agradecer la numerosa participación de padres y el comportamiento ejemplar de sus hijos.
Javier Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario